Remotos desiertos, montañas lejanas

Se empiezan a ofrecer datos sobre la autoría de los atentados del 7-J de Londres, parece ser que los terroristas, al parecer suicidas, no provenían de remotos desiertos ni montañas muy lejanas, eran ciudadanos británicos de origen pakistaní que vivían en la zona de West Yorkshire-Leeds; no fichados por la policía, ni la inteligencia británica ("clean skins"). Eran jóvenes, uno de ellos 19 años, por tanto no han podido ser entrenados en los campos de Afganistán, ni en la guerra de Bosnia, su odio a Occidente lo han desarrollado creciendo y viviendo en el centro de Occidente. Las organizaciones terroristas tipo Al-Qaeda están cambiando, adaptándose, su éxito se lo debemos a la doctrina Bush y su guerra contra el terror.

Cuál sería según Bush la forma de actuar en el marco de la guerra contra el terror ante terroristas ciudadanos de Occidente: ¿bombardear Irán?, ¿Tal vez Siria?, ¿llevar a cabo una limpieza étnica de musulmanes en las calles de Leeds?
Esto demuestra claramente que la doctrina Bush, que es la doctrina Aznar no ha funcionado, sino todo lo contrario.

Ahora los gurús de la comunicación española se dedicarán a remarcar las diferencias entre los atentados del 11-M de Madrid y los del 7-J de Londres, nada que ver, aunque los dos parecen haber sido reivindicados por las Brigadas de Abu Hafs al-Masri, ejecutados por ciudadanos del país o que llevaban tiempo viviendo en el país, con costumbres occidentales, y no fichados por los servicios de inteligencia. También seguirán diciendo que nada tienen que ver los ataques con la guerra de Irak, como ha dicho Blair, ¿cómo pueden saberlo?

No es que quiera afirmar que Bush, Aznar y Blair mientan o estén equivocados, es que la tozuda realidad se empecina en llevarles la contraria.