Huntington y el Choque de Civilizaciones

El antropólogo José Antonio Jáuregui publica un artículo de Opinión muy interesante en El Mundo sobre un tema que está en el centro de la política sobre Oriente Medio:

Periodista Digital: José Antonio Jáuregui - Una alianza necesaria

(artículo original de acceso restringido)
El Mundo: José Antonio Jáuregui - Una alianza necesaria

Desde que Bush y los neocons utilizaron el ataque contra las Torres Gemelas como excusa para invadir Irak y aplicar su política de control de los recursos petrolíferos de Oriente Medio, se ha tenido que recurrir a una base ideológica e histórica que apoye esa política. Los neocons han encontrado en Samuel P. Huntington y su "Choque de Civilizaciones" esa base idológica, así como algunos sectores de la derecha en europa la han encontrado en Oriana Fallaci con su proclama realmente xenófoba e islamofóbica, "El Orgullo y la Rabia".

Esa corriente islamofóbica busca como aliada a la religión, para dividir al mundo entre el mundo islámico y el resto, y llega al absurdo de plantear una supuesta tradición judeo-cristiana, que quizás en algunas partes de Europa pudiera tener sentido pero que en España no lo tiene. Podemos decir que España tiene una tradición cristiana, y también judaica, pero esa tradición no lo es menos que la tradición islámica. En 1492 se expulsaron de España a árabes y judíos y la influencia de ambas culturas es enorme, ¿por qué hablar entonces de tradición judeo-cristiana? ¿por qué no decir tradición judeo-cristiano-islámica? Hay un claro objetivo de reescribir la historia y moldearla a nuestro antojo de dividir y en esa división encontrar la justificación a políticas cuyo objetivo es otro más económico. Las guerras suelen tener motivos económicos y geopolíticos, difícilmente confesables o justificables, así que es necesario una justificación ideológica, histórica o religiosa.

Habría que preocuparse porque Huntington ahora apunta a los países de Centro y Sud-América como siguiente punto de conflicto y de choque de civilizaciones, ¿de qué tradición se hablará entonces? ¿de la tradición cristiana anglosajona que practicamente barrió del mapa a las culturas indígenas de norte América? ¿de la tradición cristiana que hizo lo propio con los indígenas del centro y sur de América? ¿de la tradición cristiano-evangélica-protestante de los neocons frente a la tradición católica de los indios invasores? Claro que si Sudamérica no tiene suficiente interés geopolítico no hará falta recurrir a Huntington, ya encontraremos a un Fukuyama que diga lo que queremos oir.