Se deslizan las placas tectónicas del mundo de la economía
por Hamish McRae Publicado: 03 Noviembre 2005
Los ricos se hacen más ricos - no sólo aquí en Gran bretaña sino a lo largo y ancho de todo el mundo anglo-hablante. Y se hacen más ricos no sólo en términos absolutos, lo que sería de esperar, pero también en términos relativos en comparación al resto de la población.
Este es un fenómeno bien conocido, y se refleja en el mundo de los negocios: el crecimiento de la banca privada para individuos de "alto valor neto", el crecimiento de las industrias de artículos de lujo y servicios exclusivos. Estamos muy al tanto de esto porque vemos los anuncios todos los días: caras mansiones en Dubai, yates en Mónaco, vacaciones de safari en Botswana.
Pero este sólo es uno de los diversos movimientos de poder económico que están teniendo lugar. Hay también un
movimiento de trabajadores bien pagados en el mundo desarrollado a otros peor pagados en países en desarrollo; de mano de obra a capital; de trabajadores a consumidores; de usuarios de energía a productores de energía. Los equipos de economistas de dos gigantes bancarios del mundo,
Citigroup y HSBC, han publicado recientemente artículos sobre estos movimientos, y nos ayudan a entender las gigantescas fuerzas que perfilan el mundo de la economía. Citigroup se centra en el mundo desarrollado y en particular hasta qué punto se está dividiendo en dos bloques: lo que se llama
la "Plutonomía" y el resto.
La plutonomía - EEUU, Reino Unido y Canadá -
son economías impulsadas por los ricos. El resto es Europa continental (excepto Italia) y Japón. El primer grupo ha visto un rápido ascenso en el capital de los ricos, y está creciendo rápidamente en base a su propio gasto; el segundo grupo no ha visto tal ascenso y por tanto están creciendo mucho más lentamente.
Se puede observar esto con algunas gráficas.
En EEUU, la proporción de ingresos del 0.1% más rico, el 1% y el 5% ha vuelto a los niveles que tenían en los años 20. En realidad, el modo en que estos ingresos se consiguen ha cambiado, ya que en períodos anteriores rentas e ingresos por intereses eran más importantes que ahora; salarios y ganancias empresariales dominan ahora los ingresos de los ricos.
En los otros dos gráficos, se puede ver lo que ha ocurrido con ese 1 por ciento más rico de ingresos, en una escala de tiempo menor, en otras economías. El contraste es obvio, aunque por qué esto debería ser así está menos claro. No pueden ser sólo impuestos, porque Canadá es un país de tasas relativamente altas, ciertamente vis-a-vis con los EEUU, y Suiza es un país de tasas bajas. Hasta cierto punto, las cifras pueden estar distorsionadas porque están basadas en devoluciones de impuestos y en algunos países es más fácil trasladar ingresos fuera del país que en otros. Y la gente se mueve: hay un programa en Francia en este momento para tratar de persuadir a los ricos de que vuelvan, dado que muchos se han escabullido a Bélgica y el Reino Unido.
También está la cuestión perenne sobre de qué modo funciona cualquier relación económica. En este caso los EEUU, el Reino Unido y Canadá ¿han conseguido un crecimiento más rápido debido al aumento de riqueza de los ricos, o una sociedad rápidamente creciente ha creado más oportunidades para hacerse rico? probablemente un poco de ambas cosas.
Mi visión personal es que hay un grupo de altos ingresos en el mundo de habla inglesa que se benefician enormemente de la globalización porque pueden vender sus servicios a un mercado más amplio: gente de la banca, profesión legal, partes de los medios de comunicación, deportes clave. Por alguna razón, la gente en los países de la Europa continental y Japón han sido menos capaces de generar este aumento en los ingresos.
Cualesquiera que sean las razones, Citigroup argumenta que este proceso probablemente continuará. También afirma que los desequilibrios en la economia global, con los EEUU arrastrando un enorme déficit, son más sostenibles de lo que la mayoría de la gente cree. Estas economías están sostenidas por el consumo de los ricos y siempre que los ricos continúen consumiendo, el crecimiento continuará. los ricos tienen mucha menos probabilidad de ser exprimidos por los altos tipos de interés que los grupos de clase media. Si esto es correcto, el largo boom puede continuar durante un tiempo todavía.
El artículo del HSBC mira a la redistribución de los ingresos entre países más que a la distribución dentro de ellos. Hay, afirma, tres incógnitas.
Una es el
debilitamiento de la posición de la mano de obra en el mundo desarrollado - mano de obra en general, es decir, no el 1% más rico. Dos son los motivos de esto: La apertura de Europa del Este y la entrada de China en los mercados globales por un lado; y la creciente movilidad del capital por otro.
Lo primero significa que los trabajadores en Europa Occidental por ejemplo, han visto cómo los trabajos se han ido a Europa Oriental o Asia. El capital puede ganar acceso a estas fuentes de trabajo barato, conseguir altos beneficios, de tal forma que los beneficios crecen. Mientras tanto, el exceso de ahorros en Asia es reinvertido en el relativamente libre de riesgos EEUU. El crecimiento global en su conjunto sube.
Esto nos lleva al segundo movimiento, de trabajo a capital. Globalmente la mano de obra está más disponible pero el capital es más escaso. Por tanto los beneficios del capital, en el sector de las empresas al menos, han aumentado. Tercero, los altos precios de la energía implican que los ingresos se han desplazado de los importadores de energía a los exportadores de energía - un proceso que crea grandes ganadores (Rusia, Canada y Oriente Medio) y grandes perdedores (la mayoría de Europa y Japón).
Los dos bancos llegan a conclusiones diferentes. Citigroup se centra en la posibilidad de que los desequilibrios globales sean más sostenibles de lo que se considera generalmente. HSBC está más preocupado de los riesgos políticos, particularmente por la reducción de los ingresos de los trabajadores en Occidente que están compitiendo ahora contra la mano de obra China.
El punto principal para mi es que
estamos en las etapas iniciales de un desplazamiento global del poder económico que en efecto invierte los movimientos que tuvieron lugar hace 200 años con la Revolución Industrial. Esa revolución desplazó el poder a Europa y posteriormente a Norte-América, lejos de China e India. Ahora el poder está volviendo. Tenemos que ver qué podemos hacer que otras personas en el otro lado lado del mundo no puedan hacer tan bien como nosotros. En lo alto del mercado podemos todavía destacar, particularmente en los EEUU y el Reino Unido. Pero deberíamos preocuparnos acerca del resto de la economía,
tomando muy en serio todas las implicaciones sociales del crecimiento de la desigualdad.-----------------
Tectonic plates of the world economy shift
by Hamish McRaePublished: 03 November 2005
The rich are getting richer - not just here in Britain but throughout the English-speaking world. And they are getting richer not just in absolute terms, which you would expect, but also relative to other people.
This is a well-known phenomenon, and is reflected in the business world: the growth of private banking for "high net worth" individuals, the growth of luxury industries and of expensive services. We are very aware of this because we see the advertisements every day: expensive houses in Dubai, yachts in Monaco, safari holidays in Botswana.
But this is only one of several shifts of economic power that are taking place. There is also a shift from well-paid factory workers in the developed world to lower-paid ones in the developing countries; from labour as a whole to capital; from workers to consumers; and from energy users to energy producers. The economics teams from two of the world's giant banks, Citigroup and HSBC, have recently produced papers on the shifts, and they help us understand the giant forces shaping the world economy. Citigroup focuses on the developed world and in particular the extent to which it is splitting into two blocs: what it calls the "plutonomy" and the rest. The plutonomy - the US, UK and Canada - are economies powered by the wealthy. The rest is continental Europe (ex Italy) and Japan. The first group have seen a rapid rise in the wealth of the rich, and are growing fast on the back of their spending; the second group have not seen such a rise and accordingly are growing much more slowly.
You can see something of this in the graphs. In the US, the share of income of the top 0.1 per cent, top 1 per cent and top 5 per cent have all reverted pretty much to the relationship they had in the 1920s (first graph). Actually, the way in which this income is earned has shifted, as in the earlier period rents and interest income were more important than they are now; wages and entrepreneurial receipts now dominate the income of the rich.
In the other two graphs, you can what has been happening to that top 1 per cent of incomes, on a rather shorter timescale, in the other economies. The contrast is obvious, though just why this should be so is less clear. It can't just be tax, because Canada is a relatively high-tax country, certainly vis-à-vis the US, and Switzerland is a low-tax one. To some extent, the figures may be distorted because they are based on tax returns and in some countries its is easier to park income outside the country than it is in others. And people move: there is a programme in France at the moment to try to persuade the rich to move back, as large numbers have decamped to Belgium and the UK.
Then there is the perennial question about which way round any economic relationship works. In this instance have the US, UK and Canada achieved faster growth because of the surge in wealth of the rich, or has a fast-growing society created more opportunities to become rich? Probably a bit of both.
My own view is that there are a group of high-earners in the English-speaking world who benefit greatly from globalisation because they can sell their services to a wider market: people in banking, the legal profession, parts of the media, key sports. For some reason, people in continental European countries and Japan have been less able to generate this surge in income.
Whatever the reasons, Citigroup argues that this process will probably continue. It also argues that the imbalances in the global economy, with the US running its huge current account deficit, are more sustainable than most people think. These economies are sustained by the spending of the rich and provided the rich go on spending, growth will continue. The rich are much less likely to be squeezed by higher interest rates than the middle-income groups. If this is correct, the long boom can continue a while yet.
The HSBC paper looks at redistribution of income between countries rather than the distribution within them. There are, it argues, three puzzles.
One is the weakening of the position of labour in the developed world - general labour, that is, not the top 1 per cent. Two things are responsible for this: the opening up of Eastern Europe and the entry of China on global markets; and the growing mobility of capital.
The first means that workers in, for example, Western Europe have seen jobs shift to Eastern Europe and Asia. Capital can get access to these sources of cheap labour, get high returns, so company profits grow. Meanwhile, excess savings in Asia are reinvested in the relatively risk-free US. Global growth as a whole flourishes.
This leads to a second shift, from labour to capital. Labour globally is more available but capital is more scarce. So returns on capital, in the company sector at least, have risen. Third, high energy prices mean that income has shifted from energy importers to energy exporters - a process that creates big gainers (Russia and Canada as well as the Middle East) and big losers (most of Europe and Japan).
The two banks reach different conclusions. Citigroup focuses on the possibility that the global imbalances are more sustainable than is widely appreciated. HSBC is more worried about the political risks, particularly of the squeeze on the incomes of working people in the West who are now competing against labour from China.
The main point for me is that we are in the early stages of a shift in global economic power that in effect reverses the shift that took place 200 years ago with the Industrial Revolution. That revolution shifted power to Europe and subsequently North America, away from China and India. Now power is moving back. We have to figure out what we can do that other people on the far side of the world cannot do just as well. At the top of the market we can still outperform, particularly in the US and UK. But we should worry about the rest of our economy, taking all the social implications of rising inequality very seriously indeed.